miércoles, 4 de febrero de 2015

Tardes de Clase (2)

Se puede decir que el día de hoy estaba más acorde con la fecha.

Nubarrones se cernían sobre las montañas y parecía que querían entrar por la ventana. El viento soplaba fuerte, entrando por las rendijas de las ventanas que nos rodeaban en nuestra jaula; soplaba tan fuerte y por tantas rendijas que, cada vez que soplaba, formaba una especie de sinfonía, una sinfonía desordenada, como si el director de la orquestra estuviera borracho.

El profesor entró por la puerta, no había estado fotocopiando, pero llevaba de nuevo un fajo de folios bajo un brazo. Y bajo la otra de nueva llevaba la caja negra de madera. La sujetaba con fuerza y la caja estaba sentado en el arco que formaba su brazo con una omnisciencia que intimidaba. Hoy parecía haber oscurecido tres tonos. Pero quizás solo es mi imaginación.

El profesor saca un rotulador negro de su bolsillo y empieza a escribir la fecha en la pizarra. Mecánicamente nosotros sacamos un lápiz y nuestras libretas para copiarlo el silencio, todo el mundo echando miradas a la caja cuando podía todo el mundo dejando sonar la sinfonía de la orquestra borracha del viento.

“Hoy no copiamos, vamos a quitarnos esa obsesión” dijo el profesor con una solemnidad que daba que pensar. Una solemnidad que nos hizo preguntar, no que habíamos hecho mal, si no quien había hecho el mal, ¿él o nosotros? Terminó de escribir la fecha en la pizarra y se sentó en la mesa. A un lado la caja, más negra que las nubes de las montañas; y al otro lado, la pila de papeles. Todos sabíamos ya que era la pila. Y todos nos llenamos del miedo y la adrenalina que solo una pila de folios así sabe provocar. El profesor se limitó a mirarnos. Abría la boca como si quisiera decir algo pero las palabras se le escapaban con el viento. Nosotros nos limitamos a mirarlo, nadie sabía si debería decir algo, nadie levantaba la mano. La situación estaría tranquila de no ser por la adrenalina y su banda sonora acompañante.

Todos esperábamos la bronca, todos esperábamos que nos iba a decir lo que se suele decir. Lo habíamos experimentado mil veces, habíamos visto como el profesor al que no le gusta su trabajo chilla a sus alumnos cuando esto pasa, como si chillar iba a solucionar algo, como si chillar fuese una herramienta motivadora. El profesor que se cree rey y nos trata como sus feudos, como campesinos que niegan trabajar, siempre inferior a él, y que solo aprendemos a base de latigazos. Así recibiría ese profesor su sueldo y viviría en su trono pensando en lo que pudo haber sido.

Nuestro profesor, sin embargo, se levantó y nos preguntó, después de un suspiro: ¿Qué ha pasado chicos? Nadie supo que contestar, el suspiro nos hizo saber que habíamos decepcionado al profesor, pero la preguntó nos informó de que, quizás, no fuera nuestra culpa. Teníamos la oportunidad para explicarnos, de decirle por qué había pasado esto, de explicarle el porqué de los nubarrones que se abalanzaban sobre nosotros. Pero nadie habló. Dejamos que el tumulto de los instrumentos de viento se explicara por nosotros. Podrías, como lector, interpretar nuestro silencio como un silencio cobarde, como un que esconde su culpabilidad ante un juez que le pide que aclare su acusación. Pero más bien fue un silencio honesto. Todos sabíamos quienes habían sido los culpables de la situación en la que nos encontrábamos. Todos sabíamos que cualquier cosa que soltábamos por la boca en estos momentos para intentar defendernos sería incierto y patético. Éramos los culpables, y como el acusado interrogado por el juez, nos callamos aceptando la responsabilidad de nuestros actos.

El profesor sonrió, no podría decir por que, hasta que empezó a repartir los exámenes de la pila.

Todos cincos. Cincos que nos dieron la felicidad que da un grano de azúcar, una dulzura incomparable que se derrite en cuestión de segundos al entrar en contacto con la saliva. Todos miramos hacía el profesor entendiéndolo. Éramos capaces de más. Las nubes negras no eran nuestra culpa, las nubes negras éramos nosotros, que nos cerníamos sobre una sociedad implantada que no esperaban la lluvia que nosotros éramos capaces de soltar.

Somos el cambio, solo faltaba nuestro trueno y nuestros relámpagos, pero nosotros somos los que estábamos dispuestos a llover en su día soleado.


La clase terminó. El viento había parado y la lluvia goteaba en las ventanas. El silencio y la sensación de un propósito nuevo llenaban el aula mientras cogíamos nuestras cosas. El profesor cogió la caja, con un esfuerzo visiblemente mayor que la última vez. Lo miró y esta vez sonrió. La caja parecía haberse iluminado algo. Pero bueno, lo mismo era mi imaginación. 


lunes, 2 de febrero de 2015

Don't wait, create.

Es muy simple: no esperes, crea.



Formas parte de una raza que tiene la capacidad mental y manual de crear cualquier cosa (y destruir cualquier cosa ya que nos ponemos), tienes una mente infinítamente compleja y rodeado de tecnología para facilitar la creación, algo tan simple como un lapiz por ejemplo. Pero, como mucho otros, no tienes tiempo...

 Todos lo hacemos, procrastinar digo, lo hago yo, lo hicieron y lo hacen tus padres, tus profesores, tus amigos… Tu perro un poco… Lo que quiero decir es que todos tenemos esa cosa que siempre hemos dicho: “voy a hacer esto” o “dios me encantaría hacer esto”. Pero lo dejamos pasar diciendo que no es el momento o que no tienes tiempo, cuando lo cierto es que por sacrificar un poco, tienes tiempo de sobra.

Con esto no solo me estoy refiriendo al tiempo ni al arte solo… Me refiero también a las muchas cosas que hemos sido programados a no poder hacer, como por ejemplo (y uso este ejemplo mucho) hay mil y una personas que me han aconsejado contra hacer un master de traducción, y han dicho que lo fácil sería la educación. Pero lo cierto es que es lo que quiero hacer, y quizás me cueste mas en un futuro, quizás voy a tener que matarme a estudiar alemán este verano, pero si no lo hago, siempre me arrepentiré. Acabaré amargadísimo pensando en lo que pudo haber sido...

Todos tenemos sueños y ambiciones, es una de las cosas que nos distancia de los animales y nos hace únicos como especie. Pero nunca luchamos por esos sueños o por esas ambiciones, tendemos a pensar en eso, en que no tenemos tiempo, en que será demasiado difícil, en lo que gente me ha dicho o dirá. Vamos a por lo fácil porque es una cosa que han implantado en nuestro cerebro desde pequeños y lo cierto es que eso nos está matando.


Lo que quiero decir con este blog corto, es que aproveches el tiempo en el que andas en este planeta. Todos nacemos con la capacidad de hacer algo enorme, todos, sea lo que sea (menos Wert, ese nació de las profundidades del infierno para hacernos la vida una miseria). Levántate del sillón y déjate los Simpson. Lucha por lo que quieres y nunca dejes que nadie te quite esa idea de la cabeza.



Quieres ser médico? Lucha por ese 14 en la selectividad. Quieres escribir una novela? Hazlo, empieza ya. Quieres montar tu propia empresa? Que te frena? Hay crisis en todos sitios, no solo para los autónomos, no uses esa excusa.

Siempre está y estará el “eso es imposible.” Pero hace unos años era imposible volar, hace menos años era imposible comunicarse instantáneamente, hace unos años no había electricidad en las casas porque ni siquiera estaba pensado. Vives en un mundo lleno de oportunidades. No dejes pasar el tuyo.

No confundas imposible con difícil. Solo lo ultimo existe.


sábado, 31 de enero de 2015

"Eres un hombre muy pequeño, pero este es un mundo muy muy grande"

Estoy seguro que os habéis leído el hobbit y/o el señor de los anillos, sino habrás visto las pelis; y si no, segurísimo que habéis oído hablar de ellos.

Pues acabo de terminar el Hobbit, la última parte, la venganza del hobbit (vosotros sabéis cual) y me pareció bastante buena película y pensé en el escritor de las novelas en las que están basadas estas pelis. El tío, Tolkien, a parte de un nombre chulísimo, tiene una historia bastante interesante. Esta historia, que ahora os contaré, creo que define a la perfección el por qué leemos a la perfección.

Tolkien fue un ciudadano inglés varón que, debido a la época, tuvo que pasar la mili y acabó luchando en la Primera Guerra Mundial. El tema de la PGM es complicado, siempre tenemos que tener en cuenta de que hoy en día estamos casi que acostumbrados a ver muerte y destrucción de maneras nuevas cada fin de semana. En aquel entonces no. La PGM fue una de las primeras guerras en las que se luchaba con una tecnología superior, totalmente diseñada para matar. Había de todo, de tanques hasta armas biológicas. Esto supuso un trauma enorme para todos los que lucharon y sobrevivieron a esa guerra. Tolkien fue una de esas personas.

Para superar el trauma y poder asimilar mejor sus experiencias Tolkien decidió crear el mundo de la Tierra Media, en el que habitaban hobbits, humanos, enanos, elfos, magos y orcos (que en verdad son elfos y lo sabrás si eres super fan). Tolkien escribió El Hobbit, El Señor De los Anillos, y hasta hizo un libro llamado el Simalarion en el que explicaba toda la historia del universo que había creado, a base de la religión que había en la Tierra Media. Podemos decir que Tolkien escribió todas estas cosas para escapar. Iba a la Tierra Media y huía de cómo se sentía con sus recuerdos, plasmando los en las páginas.

¿No es por eso por lo que leemos o escribimos todos? Hablo de Tolkien, pero escribir es una acción super terapéutica y leer también. ¿Cuántas veces has estado con la depre y te has encerrado en un libro? ¿Cuántas veces te has sentido mal y has tenido que escribirlo y narrarlo un poco para sentirte mejor? Cuantas veces has escrito un post en Facebook indignado o un blog (holiiiiiii)? Lo hacemos para evadir, no es como ver una serie, no es como escuchar música, leer es algo único que nos permite dejarnos absorber por un mundo distinto, y requiere el pensamiento suficiente como para conseguir que olvides lo que te estresa.



Así que eso. Si te sientes mal (porque has luchado en la PMG, o has suspendido ese examen, o porque nadie lee tu blog), lee, olvídate de lo que te pasa. O escribe, y ayúdate a ti mismo a quitarte es peso de encima y a comprender lo que quiere decir ese peso desde una distancia. Serás liberado y más listo por ello.

Asi es como hicieron a Golum... De nada.


viernes, 30 de enero de 2015

What the fuck?

Creo que debería hablar de esto ya que es un tema que como hombre y como ser humano en general me revienta. Estoy harto de la cultura masculina en la que nos encontramos hoy en día en el que no pasa nada por que literalmente acoses a una persona, a una chica o a una mujer o lo que sea. En el que, por ser tío, tienes derecho a ir a por todas las tías del mundo y si no les gustas es porque tienen algún tipo de problema ellas.

Lo que pasa es lo siguiente, algunos tíos tienen tantos aires que es para ellos una competición ver con cuantas chicas se puede liar esa noche. What. The. Fuck. No es un deporte, y esas chicas son personas igual que tú, le estás haciendo la vida imposible a una persona o a unas personas que a lo mejor simplemente han salido a pasárselo bien, a lo mejor van de tranqui con sus amigos. ¿Dime que co*o pintas tú ahí? Se llama acoso, se llama asqueroso, se llama degradante, y me da vergüenza ser del mismo género que los que hacen estas cosas.

Si te gusta una chica, habla con ella, baila con ella, lo que quieras. Pero ser un baboso, asqueroso acosador que irrumpe dentro de su espacio personal es, de verdad, lo más vomitivo que he visto (y lo he visto eh) en mi vida. Veo este tipo de cosas y siento que el ser humano se ha muerto como especie. Ser tío no tiene nada que ver con cuantas tías te puedes liar en una noche. Ser tío es igual que todo lo demás: es ser un humano decente. Respeta a las personas. Respeta el espacio de las personas. Y si ves que molestas lárgate, es así de sencillo.

Piensa que algún día cabe la posibilidad de que tengas una hija, piensa en como te sentaría ver a babosos como tú jodiéndole el día. Piensa en eso, y dime si te gustaría que partirte a ti mismo la cara... Si es así, madura, ya. 

Estas son las palabras de otro hombre que le da vergüenza salir y ver estas cosas, encender la tele y ver estas cosas, hablar con la gente y que me cuenten estas cosas… Me da VERGÜENZA.


Ah, y ten en cuenta que si no le molas a una chica, es porque NO LE GUSTAS, y ya está... Por más que insistas, no vas a cambiar eso acosando a nadie. Ella no tiene el problema. Lo tienes tú. Y deberías mirártelo.


jueves, 29 de enero de 2015

downer of the chain

Hoy no tengo nada sobre lo que escribir salvo el hecho de no tener nada de que escribir pero no puedo romper la cadena. De esto se trata la cadena, de no parar, aún que lo que publiques o hagas sea una caca, lo tienes que hacer...

Así que eso: gracias por vuestra comprensión!

Más quejas mañana

xoxo

Tarde de Clase (1)

Subímos las escaleras, ansiosos por llegar a clase. Algunos cogerían el ascensor, pero yo no, siempre fui más de ir subiendo peldaños. Me hace sentir como una persona más eficiente y mejor, llámalo egoismo. Voy subiendo, escalón a escalón. Son tres plantas y supongo que es comprensible que la mayoría prefieran directamente coger el ascensor y esperar el tiempo que se tarda en subir andando a que baje y después subir de nuevo contigo dentro.

Subo el último escalón y me siento en la silla esperando a que vengan mis compañeros. Observo el silencio a mi alrededor, es temprano y los despachos que hay en esta planta aun no han abierto, la clase de inglés va a ser el primero en abrir hoy, no contando claramente el aula de estudio que esta a rebosar de gente en estas fechas.

Se abre la puerta del ascensor. El silencio desvanece, pero solo un poco. Los que hablaban mucho en días anteriores hablan poco y los que hablaban poco se han callado. Vamos en una fila alborotada hacia la entrada de la clase. Miro por el cristal a los que están encerrados en el aula de estudio, rodeados por pilas de papeles mordiendose los labios y con los ojos muy abiertos mirando para todos lados como ratas esquizofrénicas buscando la salida de su jaula. Carmen va en cabeza de nuestro pelotón. Ella tiene la llave, no se exactamente porque, no estoy seguro de donde está mi profesor.

"Ahora sube" dicen.

Carmen gira la llave y se oye un suspiro comunitario al sentir el calor asfixiante del aula de inglés: 35 grados en pleno inviero. No se si debe al efecto invernadero que nosotros hemos creado en el atmosfera o el que crea directamente el aula con dos paredes de cristal enfocadas hacia el sol. Quizás ambas cosas. Miro por la ventana y veo todo el valle encadernado por montañas y cielos azules alrededor de la gran jaula de cristal en el que nos encontrabamos. Algunos de mis compañeros habían sacado sus apuntes con la intención de estudiárselo todo una ultima vez antes del examen. Otros se habían rendido y estaban absorbidos por lo que pasaba a su alrededor, su atención vagando de un sitio a otro. Sus caras intentaban estar preocupadas pero su mentes distraidas no les dejaban. Se puede decir que ando entre ambos sentimientos, estaba distraido, viendo el cielo chocar con las montañas haciendo que los ultimos rayos del sol de invierno estallaran. Pero tenía los apuntes en la mesa delante de mi, y un paso es un paso.

Pasan 15 minutos antes de que llega el profesor. No nos mira. Entra por la puerta con la cabeza bajada, haciendo que los rayos de luz reboten de sus gafas creando juegos de sombras casi premonitorias en su cara. debajo del brazo lleva un gran paquete negro, debajo del otro un fajo de folio recien impresos.

El profesor deja el paquete negro en la mesa detrás de él. Y empieza a repartir el folio impreso boca abajo con el orden de no darle la vuelta hasta que él lo dijera. Me da a mi uno. Claramente mi mente vaga del blanco impoluto del papel hacia la caja negra de la mesa. Quería abrirlo y saber que había en su interior. Desde donde estaba se veía que era una caja de madera pintado de madera, quizás llevaba algo escrito, no lo veía muy bien. Estaba cerrado por un cerrojo de bronce muy pequeño. Las cosas cerradas con llave siempre guardan secretos. Miré de nuevo a la blancura lisa y aburrida del papel delante de mi. Guardé mis apuntes como mandó el profesor y volvió mi atención hacia la caja negra.

"Podéis darle la vuelta al examen" Lo hice y sentí el familiar agobio de mirar por primera vez las preguntas de un examen. "Tenéis una hora. Por favor, no hagáis un mal uso de ella".

Y con eso empezamos, y él se sentó. Y se quedó fijamente mirando el cerrojo de la caja. Como mira un niño a algo que sabe que se romperá si se sacia de sus infinitas ganas de tocarlo.

Ahí se quedó él mirando la caja, y yo me quedé mirando como, y el sol dejó de estallar por la ventana.

martes, 27 de enero de 2015

Los miedos del sistema educativo DDDDD:

Aquí estoy, a último cuatrimestre de la carrera, sin ni idea de lo que quiero hacer cuando termine. Seguro que no soy el único, ni el primero, ni el último que se ha sentido o que se siente así. Pero es una mierda… Tengo mis propias ideas, está claro, me encantaría vivir de la música, o escribir un best seller, o ser traductor profesional… Pero me siento a la vez presionado a elegir cosas que no me gustan…

Estos de aquí tienen más claros sus futuros que yo y eso no me gusta...

Mi dilema, como casi todo en la vida, son mis padres… Está claro que yo tengo mis ideas, y que yo las veo claras… Pero ellos no. Ellos lo que ven cuando les digo que quiero vivir de la música o que quiero escribir un best seller es a un crio que no tiene ni idea de lo que habla. Y cuando les hablo del master de traductor que quiero hacer me miran con cara de “metete a profesor y ya está” (sé que es esa cara porque a la vez lo expresan verbalmente). Claro, ellos ven el profesorado como un objetivo “fácil”, haces tú master y tu aposición y tienes seguridad (si lo apruebas) el resto de tu vida. Llegarás a fin de mes y estarás trabajando en algo que conoces y dentro de un entorno controlado. Mis padres (y tus padres (y todos los padres del mundo)) lo ven de esa forma, han crecido con sus errores y, por así decirlo, no quieren que cometas los mismos. Los padres buscan tu estabilidad financiera, tú buscas tus sueños. Y quizás lo estoy haciendo todo mal y hay que hacer un balance de todo esto.

Decidí que esto era un tema importante del que hablar después de ver a tantos alumnos míos (de la academia) terminando bachiller y sin ni idea de lo que quieren estudiar. En España está la suerte de que estudiar es una cosa medianamente abierta para todos, pero no estamos informados, nos hablan de que carreras tienen salidas y de que carreras no tienen salidas. Y ya está. Pero el problema de esto es que acabamos con una sobrepoblación de estudiantes de una sola cosa que son demasiados para caber en los plazos existentes lo cual hace que es carrera o grado o lo que sea no tenga salidas. Y eso jode de dos maneras. A los que se metieron ahí con la “seguridad” de plazas, pero, sobre todo, jode a la gente que de verdad tenían el sueño de estar en ese mundo laboral. Ahora mismo pasa con los que estudian las carreras de educación (primaria, infantil, etc…). Hace 3 años cuando yo empecé a estudiar era donde más salidas se aseguraban. Ahora hay, por eso, unos 40.000 graduados de magisterio que no tienen a donde ir.

No... Debo... Hablar... De política...

Obviamente, y no seré el primero en decir esto, el mundo estudiantil no está del todo bien formado en España (por decirlo de una forma suave). El tema no está en buscar simplemente la carrera con más salidas; está en buscar una carrera, dentro de lo que a ti te guste, con buenas vistas futuro. Y con esto no quiero decir salidas. Quiero decir que escojas una carrera en el que tú te ves que podrías ser feliz (sé lo cliché que suena eso), pero que seas realista. Que pienses en si las cosas que vas a aprender te van a servir a ti en un futuro, no solo hay que pensar en términos de salidas, ya que estamos pagando (cada vez un poco mas) por lo que estamos estudiando, pensemos en las cosas que vas a aprender. No vas a comprarte un montón de pimiento si no lo vas a usar y en verdad lo que te gusta es la sal. Lo mismo es cuando te sacas una carrera (simplificando quizás un poco más de la cuenta).

El tema es el siguiente: no te metas a magisterio, si lo que te va es el diseño gráfico, y piensas que ahí no hay salidas; no te metas a diseño gráfico, si lo que te gusta es el magisterio pero crees que no hay salidas. Si haces esto, le quitas la plaza o (quizás en un futuro) el trabajo de una persona que de verdad quiere hacer eso. Rebusca por los entornos de tus gustos, sal un poco de lo que quieren tus padres, y sé realista en base a lo que tú quieres. En un futuro tan incierto no podemos depender solo de “salidas”, jugamos con muchas más variables hoy en día. Aprovéchate y vive según tus gustos. Y vivirás una vida feliz (voy a empezar a meter una moneda en una jarra por cada cliché que suelto).

                                

¡¡¡¡¡¡Espero que te haya gustado este blog!!!!!! Dime lo que piensas tú y donde quizás me esté equivocando :D (Cadena 2º día)

lunes, 26 de enero de 2015

No estoy all about the bass (y no pasa nada :D)

Siempre me pasa. Estoy conduciendo de camino del trabajo o lo que sea con la radio puesta y suena una canción, una canción totalmente popera, totalmente comercial, y me encanta. Y me ha pasado como no con el tema “I’m All About That Bass”. Y al principio digo anda, mira, me gusta, me gustaba el ritmo, me gustaba la melodía de voz, me gustaba el mensaje de las letras… Hasta que lo analicé un poco más a fondo. Las letras sobre todo es lo que me hicieron dudar, y es lo que más analicé (por llamarlo de alguna forma).


Lo que pasa con una canción como esta es el hecho de que afirma defender a las personas que no son normalmente defendidas en una canción o en el mundo pop (tele, revistas, moda…). Meghan Trainor con esta canción lo que quiere es defender a las chicas que no están delgadas como algunas culturas les exigen estar, que quizás no sigan lo que se supone que es una “estética ideal” para algunas personas. Y es un buen mensaje, no lo desmiento, pero por todas las razones equivocadas.

Es un mensaje genial, claro que deberíamos sentirnos todos geniales con nuestro cuerpo, da igual la forma que sea, deberíamos amarlo por encima de todo, ya que es el único que tenemos, e ignorar el que lo critica. Pero esta canción de habla de esto. Lo que Meghan Trainor defiende es que debemos sentirnos bien con nuestro cuerpo porque (y cito (traduciendo y eso)) “Porque a algunos chicos les gusta un poco de carne”. Cantar como voz para las chicas sin esa estética adorada por algunos: genial. Cantar como voz para chicas sin esa estética adorada por algunos porque a otros les mola también así…: mal… muy mal… Lo repito, vuestro cuerpo es vuestro y podéis hacer lo que queráis con el, que le den a ese chico o chica que porque seas diferente te insulta… Tú tienes que ser quien tú quieras ser porque tú quieres ser así. No porque alguien te haya dicho como tienes que ser.


Y esto no es solo una cosa que pasa con las chicas, los chicos somos iguales en muchos aspectos, te puedo prometer que la mitad de chicos que van al gimnasio, o que se dedican a llevar la ropa en la que se dejan la pasta, lo hacen casi únicamente para tener la apariencia adecuada que la sociedad les pide que lleven. ¡Ojo! No todos los que van al gimnasio son así. Muchos lo hacen porque quieren mejorar su cuerpo porque ellos quieren o mejorar su salud o simplemente para socializarse.  Pero cada vez nos importa más nuestra propia apariencia con relación a lo que se debe llevar, en vez de a lo que queramos llevar.

Luego hay como este, que no va al gimnasio, pero siempre hay que aparentar por Facebook!!

Con canciones como “Anaconda” de Nikki Minaj o “All about that bass” no estamos ayudando, no es tener un cuerpazo que le vaya gustar a un chico o una chica, es tener un cuerpo en el que tú te sientas bien porque sí. Porque es tu cuerpo, y nadie es nadie para criticarlo.



Y esto es mi primera entrada del Don’t Break The Chain!! Si te ha gustado no olvides compartirlo. Y si tienes algún que te gustaría ver en el blog déjame un comentario, que toda ayuda es buena!! :D

Don't Break The Chain!! (no rompas la cadena)

Esta entrada será breve, ya que me tengo que ir a trabajar en unos 5 minutos. Solo quería decir que vuelvo al mundo blogger, como parte de una iniciativa que he decidido seguir llamado "Don't Break The Chain". Esto básicamente es un método inventado por el cómico Jerry Seinfeld que ayuda a cualquier tipo de artista a realizar un trabajo constante a su arte (ya sea esto de músico, escritor, cómico, dibujante, etc, etc) y no parar y así entrenarse y mantener un positivismo mental a la hora de trabajar. Este no cuenta como primera entrada, la primera será esta noche, cuando tenga más tiempo para dedicarle al blog y no tenga que irme corriendo a trabajar... Así que eso: nos vemos esta noche :D